martes, 1 de julio de 2014

Ya no...

Estoy cansado de sentir.
Ya no quiero sufrir,
deseo que las tristezas, el dolor,
la depresión, la ira, el amor,
las alegrías, las penas,
todo se vaya y no vuelva.

Ya no quiero sentir,
no tengo ánimos de seguir adelante,
mi orgullo, autoestima y mi fe
están en el piso y no se levantan.

Solo busco que la muerte me lleve,
que su negro manto cubra mi alma
y que mi cuerpo se vuelva polvo.
Que el olvido se apodere de mí
y que mi alma perezca.

Ya no quiero seguir con este castigo,
porque en otra vida debí ser malo,
tanto que ahora estoy pagando.
Que costo tan alto es la vida.

Las cuchillas se acercan a mi piel
y los suaves roces de la muerte
me cortan las venas, yo solo
quiero morirme hasta desangrar.

El dulce sabor metálico inunda mi boca
y mancha el piso, nutre la tierra.
El aire se extingue de mí ser
me ahoga y me hace vomitar sangre.
Quiero dormir y no despertar.

Ya no quiero vivir, solo déjame morir.
Mi alma quiere dejar de vagar,
desaparecer para siempre y nunca
mas volver a sufrir.

Hincado, tocando el piso y llorando,
ahogándome con mi propia sangre,
cada vez que toso se hace más difícil
aunque es bueno aceptarlo, el dolor
me acerca más a la muerte.

Ya no tengo ánimos, estoy apagado
pareciera que no tengo vida ni alegría,
solo estoy vació y sin sentido,
como adormilado y ausente de la vida.


Ya no, por favor, ya no más.