A veces no soy lo que
esperan de mí,
su fantasía es
diferente a la realidad,
cuan cruel es romper
la ilusión.
No soy yo quien lo
hace, ellos
mismos descubren la
verdad.
Duele el saber que las
cosas no son
como uno piensa, nos
lastima el ego,
porque no teníamos
razón, erramos
y es difícil de
aceptar.
Los sentimientos
calan, así, como
el silencio incomodo.
No puedo ser lo que me
pides, ser
un ideal, alguien
perfecto que cumpla
tus sueños, en los que
no has trabajado
y que desconozco
cuales son,
sin pedirme permiso me
incluyes
en algo ajeno a mi
voluntad.
Me cosificas y borras
mi humanidad,
convirtiéndome en algo
sin esencia,
la cual que se resiste
a ser eliminada,
me recreas en imágenes
mentales,
en tu pensamiento
enfermo y confuso.
El resultado fue más
que evidente,
lo vi en tu cara, una
ilusión rota
que decepciona, por lo
que no fui,
ni seré nunca.