Dedicado a Lara que fue quien le dio ese nombre a la enfermedad.
I
No recuerdo cuando inicio, solo se que me sentía mal, estaba deprimido, me encontraba triste, vacío y nada me llenaba.
Luego empezó de la nada, el primer corte y con ello una gota de sangre, después muchas mas le hicieron compañía tiñendo de rojo mi vida.
Mi piel se convirtió en el lienzo donde mi dolor era plasmado, las muñecas primero, luego el dorso de la mano, los dedos y las piernas.
La obra de arte comenzó a tomar forma y se transformo en algo enfermizo y adictivo. La descarga de endorfinas me hacia sentir bien y con eso era suficiente.
II
Dolor a escondidas para aparentar estar bien, así pasaba desapercibido, oculto como una sombra mas dentro de la luz, cuando me descubrían simplemente decía que eran accidentes, pero en sus ojos veía mis mentiras y ellos su verdad.
Cientos de heridas se marcaron con el tiempo, unas sobre otras, siempre en el mismo lugar, ocultas a la vista y condenado a negar, mentir y huir.
Pocas veces lo admitía, porque (la verdad) dolía, sentía decepcionar a quienes me rodeaban, aunque intentaban ayudarme no podían y contemplaban en silencio mi dolor ¿como entender algo que no has sentido?
III
No se puede entender a quien busca la muerte mientras nos aferremos a la vida, porque quien desea morir esta marcado por el dolor.
En esa época buscaba alguien con quien suicidarme, solo deseaba huir de esta vida porque me daba miedo morir solo.
Por mas que busque nadie quiso morir conmigo, todos temían un pacto suicida, era mucho para ellos.
IV
Cáncer del alma, así es como Lara le llama, te carcome por dentro y te destruye lentamente, tu vida se vuelve gris y apagada. Los finales por lo general son trágicos y sin esperanza.
El diagnostico es difícil, hasta el mas experto se confunde, se dan medicamentos que alteran la química cerebral, psicoterapia para el alma y un posible tratamiento, pero no una cura.
Gracias Lara, si los finales un día se vuelven felices tal vez mi cáncer se erradique,